Sanciones y Guerra
Herramientas del Imperialismo contra las Naciones
El 28 de junio de 2006, el Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, líder histórico de la Revolución Bolivariana de Venezuela, en un encuentro celebrado con la presencia de cientos de políticos, personalidades sociales y culturales de países latinoamericanos, aclaró: “El Imperialismo se alimenta de la sangre de sus víctimas como un murciélago, pero en este siglo, finalmente aniquilaremos el imperialismo estadounidense porque si no lo hacemos, nos aniquilará a nosotros y a nuestras generaciones futuras”.
El imperialismo enfocado en los colonialistas occidentales, especialmente EE. UU, para dominar el mundo y expandir su dominio colonial, expone a los países a dos grandes desafíos: el primero es la "Sanción" y el segundo es la "Guerra”. Sanciona a los países para empobrecerlos y obligarlos a someterse a su voluntad y pretensiones. Arrastrándolos al abismo de la guerra con el objetivo de crear las necesidades armamentísticas y posteriormente proceder a la venta de sus armas.
Sanciones económicas y Pobreza
Si bien, en expresión, los objetivos de las “sanciones económicas” contra un país, se dice que es una de las herramientas de la política exterior de los países para cambiar gobiernos hostiles, hoy en día, la experiencia ha demostrado el hecho de que las sanciones no provocan la caída de gobiernos, sino que causan el empobrecimiento de los países, creando nuevos cuellos de botella para los pueblos sometidos a las sanciones.
Durante los últimos años, el gobierno estadounidense ha establecido un sinfín de sanciones a múltiples empresas y países, entre ellos: Irán, Venezuela, Rusia, Corea del Norte, Siria y Cuba han sido objetos de las más severas y graves sanciones impuestas por EE.UU.
Aunque la pobreza en el mundo actual constituye una problemática amplia y generalizada, sin embargo, las injustas sanciones impuestas por los gobiernos imperialistas intensifican la pobreza y la miseria. A raíz de la labor de investigación realizada, se concluye que las sanciones surten un efecto significativo en el índice de la Miseria, compuesto por los indicadores de inflación y desempleo en los países objeto, exponiéndolos a la enfermedad económica de la estanflación en general. Las políticas monetarias adoptadas en circunstancias inflacionarias resultan incompatibles con las políticas instrumentadas para superar la recesión, la consecuencia de esta política en el marco de las sanciones es la profundización de los problemas económicos. Las sanciones apuntan a la infraestructura económica de los gobiernos y empobrecen extremadamente al público.
Por ejemplo, Siria desde hace varios años sigue sufriendo las consecuencias nefastas de una guerra devastadora, la cual ha condenado a 90% de su población a vivir por debajo del umbral de pobreza, resultando así la destrucción de más de la mitad de la infraestructura del país, de conformidad con el informe emitido el 10 de noviembre de 2022 por la relatora especial de la ONU sobre sanciones coercitivas unilaterales, Alena Douhan, Siria afronta unas devastadores sanciones impuestas por los gobiernos occidentales y 12 millones de personas de este país padece la hambruna debido a la falta de acceso a los alimentos.
Guerra y Venta de Armas
Crear guerras y agresiones militares constituye la segunda herramienta aplicada por el imperialismo para subyugar a los países. A lo largo de la historia, la guerra ha sido un método aprovechado por los gobiernos poderosos para someter bajo su dominación política y colonial a los países débiles, pero hoy en día, hay otras razones para generar la guerra, y entre estas razones, se puede señalar como un mecanismo la venta de armas militares de los países fabricantes.
Conforme al informe publicado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2022, el gasto militar mundial creció por octavo año consecutivo hasta alcanzar el máximo histórico de 2,24 billones de dólares. En consecuencia, los gastos militares de los gobiernos de Europa Central y Occidental en 2022 ascendieron a 345 mil millones de dólares.
“El aumento continuo del gasto militar mundial en los últimos años es una señal de que estamos viviendo en un mundo cada vez más inseguro”, según el Dr. Nan Tian, investigador principal del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI. “Los estados están reforzando su fuerza militar en respuesta a un entorno de seguridad en deterioro, que no prevén mejorar en el futuro cercano”, añadió.
En este sentido, Estados Unidos sigue siendo el primer mayor gastador militar del mundo. El gasto militar estadounidense alcanzó los 877.000 millones de dólares en 2022, lo que supuso 39% del gasto militar mundial total y tres veces más que la cantidad gastada por China, el segundo mayor gastador del mundo.
'El aumento del gasto militar de EE. UU. en 2022 se debió en gran medida por el nivel sin precedentes de ayuda militar financiera que proporcionó a Ucrania', añadió el Dr. Nan Tian, investigador sénior del SIPRI. Dada la escala del gasto estadounidense, incluso un aumento parcial en términos porcentuales tiene un impacto significativo en el nivel del gasto militar global. La ayuda militar estadounidense a Ucrania ascendió a 19.900 millones de dólares en 2022. Aunque esta es la mayor cantidad de ayuda militar que un país ha brindado a un solo beneficiario en un solo año desde la Guerra Fría, representa solo el 2,3 por ciento del gasto militar total de EE. UU.
Lo expuesto en líneas anteriores muestra que, las potencias imperialistas al crear guerras y conflictos militares entre países, se brindan una buena oportunidad para fabricar y vender sus armamentos, aplicando este método pueden vender sus armas. En 2022, gastó 295 mil millones de dólares en operaciones y mantenimiento militares, 264 mil millones en adquisición e investigación y desarrollo, y otros 167 mil millones en el personal castrense, según informó el SIPRI.
Conclusión:
La Sanción y la Guerra son dos herramientas que, además de debilitar a los países independientes e incluso países dependientes de las potencias imperialistas, impiden que el mundo alcance las metas de desarrollo libre, así mismo evitan que los países en desarrollo se acerquen al nivel de los países desarrollados y estos constituyen obstáculos que destruyen los recursos y capitales de los países que son ocupados a través de acciones, para que no puedan lograr sus anhelos y metas básicas en aras de garantizar la prosperidad y felicidad de sus pueblos.