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Mártir Soleimani, el héroe de la lucha anti demonios
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Mártir Soleimani, el héroe de la lucha anti demonios
A lo largo de la historia, grandes héroes han pisado el mundo, dejando tras de sí muchos recuerdos. Grandes héroes como El Libertador Simón Bolívar, quien sacrificó su vida y capital por la libertad e independencia de su patria y heredó el legado de la independencia de Sudamérica. Pero sin duda alguna, uno de los más grandes héroes de la historia contemporánea universal es el mártir Qasem Soleimani, un hombre que pasó su juventud y mediana edad en la guerra, tal como lo hiciera Simón Bolívar, buscando la independencia y libertad de los seres humanos hasta el último aliento de su vida.
Tras la gloriosa victoria de la Revolución Islámica, el mártir Soleimani, fue al campo de batalla para defender la integridad el territorio nacional iraní ante la invasión de los ocupantes baasistas de Irak, momento cuando fue ascendido a Comandante de División. Después de la guerra impuesta a Irán por Irak, continuó cumpliendo con su misión de luchar contra el imperialismo y liberar a otros países de la región de Asia Occidental. En esa oportunidad se fue al Líbano, donde combatió contra el usurpador régimen sionista de Israel.
La presencia del Mártir Soleimani en el sur del Líbano en la década de 2000 coincidió con la agresión lanzada por Israel contra el sur del Líbano, conocida como la Guerra de los 33 Días. El Mártir Soleimani permaneció apoyando a los líderes de la resistencia libanesa hasta que logró obligar al régimen sionista a retirarse de territorio libanés y aceptar su rotunda derrota. También ayudó al pueblo de Gaza durante la cobarde invasión de Tel Aviv a los Territorios Palestinos Ocupados, y se puso del lado de los hermanos palestinos, alcanzando exitosamente su objetivo de demostrar el poder de la nación oprimida de Palestina al régimen sionista.
Pero los enemigos del Mártir Soleimani no se quedaron de brazos cruzados y crearon el grupo terrorista EIIL (Daesh). Esa célula terrorista está conformada por un grupo de personas crueles y sanguinarias que, abusando del nombre del islam, empeñó todos sus esfuerzos en destruir la humanidad, la historia y el islam. Esta primitiva organización criminal perpetró en reiteradas ocasiones atrocidades brutales, como la matanza de seres humanos y el genocidio, la venta de mujeres, decapitación de menores, destrucción de monumentos históricos y el saqueo de bienes de individuos y países, convirtiéndose así en una mancha negra de esgrima en la historia de la humanidad. En octubre de 2015, el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó explícitamente al expresidente estadounidense, Barack Obama, y la ex secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton, como fundadores del grupo terrorista Daesh, acusando al gobierno norteamericano de negligencia ante sus brutalidades. Por supuesto que esto no es de extrañar. Clinton se desempeñaba anteriormente como secretaria de Estado de EEUU y en 2009, durante un discurso pronunciado ante un comité del Congreso, reconoció los esfuerzos hechos por Washington en virtud del surgimiento del grupo Talibán en Afganistán (otro grupo extremista y criminal que también asesinó a un grupo de diplomáticos iraníes): "El grupo contra el que Estados Unidos está combatiendo (los talibanes), se formó hace 20 años con el apoyo de Estados Unidos", confesó en ese momento la ex secretaria de Estado de EEUU.
De cualquier manera, el grupo terrorista Daesh se formó por primera vez en Irak en 2007 y creció aceleradamente debido a la coyuntura desfavorable en la región de Oriente Medio. En 2014 proclamó su existencia como “Estado de Irak y el Levante”. Desde entonces, los países de Siria, Afganistán, Yemen, Egipto y partes de África atestiguaron la presencia de este grupo terrorista, enfrentándose a una catástrofe humanitaria. El Mártir Soleimani quien, como el Libertador Simón Bolívar, no soportó atestiguar el cautiverio y la opresión de seres humanos, se apresuró a ayudar a los pueblos de Irak y Siria y entró valientemente en los territorios asediados por la banda terrorista, contra la cual libró una guerra total, asumiendo el mando de las operaciones contra Daesh y luchando hasta que anunció que el grupo terrorista sería eliminado para siempre en tres meses.
El Mártir Soleimani arriesgó reiteradamente su vida para salvar la vida de sus prójimos sin distinguir entre musulmanes, cristianos y seguidores de otras religiones. Un claro ejemplo de esto fue su intento de salvar a las mujeres izadíes, cuya religión no pertenecía a ninguna de las religiones divinas. Al percatarse de que las mujeres izadíes estaban siendo secuestradas por Daesh y vendidas en las plazas de las ciudades, llamó ardientemente a todos que se enfrentaran al grupo terrorista.
Finalmente, este gran hombre cayó mártir el 2 de enero de 2019, durante una visita diplomática a Irak a manos de la persona más malvada del mundo, es decir, el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, En su carta enviada al Congreso de los Estados Unidos el 9 de junio de 2020, Trump reconoció explícitamente la emisión de la orden de asesinar al Mártir Soleimani, considerando la destrucción del poder iraní, mientras los terroristas de Daesh sentían la mayor alegría posible por el martirio de Soleimani. Ayman al-Tamimi, uno de los capos de Daesh, declaró unos días después del asesinato de Soleimani que su muerte fue la venganza de Dios por matar a integrantes de Daesh.
El Mártir Soleimani era un hombre libre que no temía a la muerte y como el libertador Simón Bolívar, dedicó su preciosa vida a ayudar al pueblo. Luchó contra las potencias satánicas que se sienten contentas y felices por su partida física, y trasmitió un inequívoco mensaje al mundo entero de que debe sacrificarse la vida para garantizar la independencia y la dignidad nacional. Si hoy nuestro soberano territorio nacional se encuentra a salvo del peligro de los conspiradores, es gracias a los enormes esfuerzos hechos por los grandes hombres que han puesto sus vidas en este brillante sendero. Que su recuerdo sea conmemorado y su camino repleto de seguidores.